En Memoria

EN MEMORIA DE TODOS AQUELLOS QUE DIERON SU VIDA POR LA LIBERTAD EN LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA.

viernes, 18 de junio de 2010

Batallas Guerra Civil Española. Batalla de Belchite


LA BATALLA DE BELCHITE

Después del fracasado intento de tomar Brunete, el gobierno republicano, presidido por Negrín y con Prieto como ministro de Defensa, decide llevar a cabo una ofensiva en Aragón, en principio con el mismo objetivo que la anterior, esto es ralentizar el avance de las fuerzas nacionales en el frente del norte, donde ya habían tomado Santander.
Con estas premisas, el general Pozas y su Jefe de Estado Mayor, el coronel Antonio Cordón, establecen su cuartel general en Bujaraloz. Su plan era atacar por siete puntos diferentes en una franja central de 100 km entre Zuera y Belchite. El dividir las fuerzas atacantes entre siete puntos distintos tenía por objeto dificultar el contraataque de los nacionales, así como ofrecer el menor blanco posible a los ataques aéreos.

De acuerdo al plan trazado, el 24 de agosto el general Pozas, con el recién formado Ejército del Este y las XI y XV Brigadas Internacionales, lanza un ataque simultáneo por tres puntos fundamentales y cinco secundarios en dirección a Zaragoza.
La ofensiva fracasó porque en lugar de avanzar sobre Zaragoza, las fuerzas republicanas se concentraron en tomar Belchite que había formado una bolsa en medio del territorio republicano. Esto produjo un retraso considerable, que dio lugar a que los nacionales pudieran reforzar sus posiciones y el frente quedara estabilizado.
Aunque desde el punto de vista táctico el resultado fuera favorable para las armas republicanas, se ganó algún territorio y la contraofensiva no traspasó sus líneas, el resultado en modo alguno podía considerarse satisfactorio para el gobierno y así lo expresó Prieto, muy crítico con la, a su juicio, excesiva influencia de los oficiales rusos, mediante un telegrama dirigido a Pozas en el que le decía: «Tantas fuerzas para tomar cuatro o cinco pueblos no satisfacen al ministerio de Defensa ni a nadie».

Por otra parte, no se consiguió tampoco el objetivo de ralentizar la ofensiva nacional en el frente del Norte.

Belchite fue, por otra parte, la piedra de toque del comunismo español y en él naufragó para siempre. Hoy se sabe por los relatos escritos por los rojos extranjeros que el comunismo internacional enroló en las filas rojas, que para la defensa de Belchite hubo un plan mandado desde Moscú y que pregonaba supervisado por Stalin, plan en que el comunismo internacional había depositado su confianza

No hay comentarios:

Publicar un comentario